Una caminata por Santa Catarina Palopó inspiró a Harris y Melisa Whitbeck a desarrollar una iniciativa que hoy ha trasformado la forma de trabajar y buscar el desarrollo por medio del diseño. Lidia Cumes es hoy la presidente del comité que pone en marcha desde junio del presente el proyecto Pintando Santa Catarina Palopó. Ella es la lider en la comunidad que se encarga de poner en marcha el proyecto creativo planteado por Diego Olivero y Olivero Bland Studio con el fin de crear un hermoso mosaico como complemento al paisaje de la localidad para fomentar un crecimiento de visitas de turistas, una de las mayores fuentes de ingresos para los habitantes. Melisa Whitbeck por su lado es la Directora del proyecto que tiene en sus manos la responsabilidad de apoyar a Lidia y trabaja en equipo con ella para coordinar la recaudación de fondos y la consecución de alianzas estratégicas que permitan ir alcanzando metas que poco a poco transforman el paisaje urbano de acuerdo con el ritmo propio de la comunidad.  Cada familia se acerca a Lidia cuando está lista para escoger dentro de una paleta de color la combinación que mejor le parece para la fachada de su casa, escoge también dentro de una variedad de patrones los detalles decorativos que prefiere para la misma y recibe el apoyo de la organización. El apoyo de la iniciativa privada y de varias entidades municipales y estatales, así como organizaciones no gubernamentales hacen de este proyecto una plataforma que fortalece el tejido social por medio de la entrega de herramientas de desarrollo. Olivero desarrolló un método creativo por medio del cual los pobladores se han convertido en diseñadores de su propia comunidad liderados por Lidia Cumez y apoyados por Melisa Whitbeck, dos jóvenes guatemaltecas que trabajan en equipo y construyen casa por casa un mejor futuro.

La Biennale invitó a presentar un proyecto que expresara la manera en la cual el diseño, en cualquiera de sus disciplinas, afecta las emociones de los seres humanos. Pintando Santa Catarina Palopó es un proyecto que por sí mismo inspira esperanza que fue la emoción seleccionada por la curadora ya que es una emoción que representa a esa Guatemala resilente y creativa que tiene su futuro en las manos de los jovenes quienes son mayoría. Cecilia Santamarina de Orive, Agregada Cultural Ad Honorem de la Embajada de Guatemala en Londres tuvo a su cargo realizar la convocatoria y manejara el proceso de curaduría de la mano del Directro Artístico de la Biennale, el señor Cristopher Turner. Se generaron propuestas hermosas en fondo y forma, pero fue la unión de dos de estos proyectos la que lograría llevar a Guatemala a ocupar uno de los apenas cuarenta sitios en la Biennale.  Estos dos diseños presentados por Sylvia Denburg- Zyle y Diego Olivero-OliveroBland Studio se fusionaron para representar el contexto dentro del cual se lleva a cabo el proyecto de desarrollo social y para contar esa hermosa historia de desarrollo por medio de la creatividad el arte y el diseño. El Estudio Olivero Bland se hizo cargo de manejar la propuesta y juntos todos realizaron una compleja instalación artística que se sostiene de una magnífica estructura diseñada por el Arquitecto Juan Olivero. La estructura se compone de un marco de metal industrial plateado y tres diferentes sistemas de suspensión para mostrar los tres enormes elementos: un gran ovalo central y dos figuras curvilíneas a los lados como brazos abrazando la vida. La estructura además soporta un delicado sistema de iluminación que genera claroscuros y proyecciones en las paredes del hermoso salón en Somerset House. De las grandes figuras suspendidas cuelgan a su vez un total de 60 esculturas en madera con cuatro puntos de anclaje cada una, generando así el dibujo de un rectángulo con los 240 puntos y la proyección de una columna.  De los brazos o figuras curvilíneas se han colgado más de 2 mil tiras que contienen más de 50 trozos de textil tejido a mano. Las tiras están sostenidas por tridentes y retorcedores comúnmente utilizados en la actividad de pesca llevada a cabo por los pobladores del lago de Atitlán y se mueven apenas con la ayuda de un plomo atado en su parte inferior cerca del piso.  Esos puntos colocados en las piezas suspendidas laterales dibujan a escala la cuenca del lago con sus bahías y salientes dando la característica cartográfica que ha caracterizado últimamente las piezas de la artista y diseñadora textil Zylvia Denburg. Visto de frente el mosaico textil aéreo formado por Zyle nos muestra un paisaje característico del lago de Atitlán conformado por la abstracción de formas que se encuentran en los trajes tradicionales de Santa Catarina, incluyendo los antiguos he históricos y los contemporáneos.

La pieza flotante es complementada con un televisor que funciona como una ventana a la realidad mostrando en una corta pieza documental de Chapín Films a la propia Lidia Cumez en un día común como líder comunitaria y haciendo el llamado a unirse a este esfuerzo en Santa Catarina Palopó y por dos mosaicos realizados por Diego Olivero y dos piezas graficas realizadas por Sade Studio.

El trabajo en conjunto ha sido calificado como un rompecabezas de escalas infinitas, pero la persona a cargo de armonizar tanto el genio creativo de los diseñadores, artistas y arquitectos, como los elementos de la semiótica ya narrativa del espacio además de la precisa y rigurosa complementación con los equipos de logística, comunicaciones y producción locales lo describe mejor como un tejido en el que los seres humanos somos meros canutillos de hilos formando un gran telar, Cecilia considera entonces que cada aporte sin importar de quien o de donde sea es un hilo sin el cual el resultado final no funciona. "Es un proyecto que está fortaleciendo el tejido social y por lo tanto la forma de compartirlo al mundo no puede sino representarse por medio de una pieza que deja en claro la manera en que Guatemala se encuentra hoy en el mundo moderno y de frente al futuro con sus fortalezas milenarias, es una representación hecha a mano del mundo digital, con sus miles de pixeles y datos". Cecilia trabajó con los diseñadores para lograr entre ellos una pieza cien por ciento matemática y con la perfección del método científico que nos puede recordar los alcances de los Mayas y sin dejar de lado la contemporaneidad de los propios diseñadores y del enfoque a futuro de Santa Catarina Palopó. Por último, lo inesperado: una monumental area se decide dejar en blanco lista para que escribamos el futuro lo que viene, y todo en perfecto balance, el ayer, el hoy y el mañana.

Todos estos conceptos y planos se entrelazan en un entramado que recuerda el telar ese documento que registra gracias a la mano de los tejedores la historia de cada comunidad, la viste, la sostiene y la proyecta.