Gracias al esfuerzo de la actual Embajada de Guatemala en la Santa Sede, a finales del próximo mes de mayo, se develará en los Jardines del Vaticano, un mosaico con la representación de la Patrona de Guatemala, la Santísima Virgen del Rosario.

Este acontecimiento, que nos llena de gran alegría, ocurre cuando comienza la preparación de los festejos por los 50 años del nombramiento como Basílica de Nuestra Señora del Rosario, conferido al Templo de Santo Domingo en el año 1970.

El conjunto arquitectónico de Santo Domingo, Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de Guatemala, resguarda en su interior una imagen de plata, de la Virgen del Rosario.  Esta bellísima representación de María Santísima, se caracteriza porque tiene al Niño Dios dormido en su brazo izquierdo, lleva en su mano derecha un cetro real y sostiene –con el Niño- un rosario.  Es una imagen coronada con una antiquísima corona imperial.

La devoción a esta hermosa imagen y al Santo Rosario, nació y se desarrolló en Guatemala, gracias a la labor evangelizadora de la Orden de Predicadores (Padres Dominicos) y la Cofradía del Santo Rosario fundada en Guatemala en 1559.  Desde los primeros años de la época colonial, el pueblo guatemalteco manifestó su amor y devoción a la Virgen del Rosario, mediante un conjunto impresionante de prácticas piadosas, que en la actualidad forman parte del patrimonio espiritual de nuestro país, que se mantienen vivas hasta nuestros días, cobrando mucha fuerza y vitalidad, especialmente en lo que la gente llama “el glorioso mes de octubre”, que se celebra con especial fervor desde el año 1888.

La Virgen del Rosario fue nombrada Patrona de la Ciudad de Guatemala en el año 1651, mas delante varios documentos atestiguan que tanto las autoridades civiles como eclesiásticas, y principalmente los feligreses, la consideraban ya como patrona de toda la República de Guatemala; hasta que en 1934, con ocasión de su coronación pontificia, una carta pastoral de los obispos Monseñor Luis Duruo y Suré, Arzobispo de Guatemala, y Monseñor Jorge García y Caballeros, Obispo de Los Altos, la declaran oficialmente como tal. En el año 1992 es nombrada Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Guatemala.

Además de su inmenso valor espiritual y religioso, esta imagen es también es una joya emblemática del arte guatemalteco de principios del siglo XVII.

En una de las áreas que más frecuenta su Santidad, el Papa Francisco. se colocará un mosaico trabajado por grandes artistas de la región de Florencia; para resaltar la devoción al Santo Rosario y como constancia del amor de los guatemaltecos a tan querida advocación mariana. Esta será una bella y fidelísima representación de la Patrona de la República de Guatemala, la cual aparece como la observamos en su camarín, acompañada del “sol Dormido”, el Niño Jesús que porta en sus brazos, y luciendo sus joyas pontificias (corona imperial, cetro y rosario del año 1934) y un característico ajuar bordado por las hermanas de la caridad en los talleres de la Casa Central, en el año 1960, con hilos de oro sobre terciopelo color azul pavo.

El pueblo de Guatemala, la Conferencia Episcopal, el Gobierno de Guatemala, la Orden de Predicadores y la Cofradía del Santo Rosario, se congratulan con esta gran noticia.  Pues a partir de ahora, no solo los guatemaltecos, sino que también los peregrinos venidos de todo el mundo, podrán honrar a la Virgen del Rosario, en un sitio tan especial para todos los que vemos a la ciudad del Vaticano como el corazón de la iglesia universal.

Como un regalo al pueblo de Guatemala, se gestionará que una réplica de menor tamaño de este mosaico, sea trasladada a nuestro país, y se ubique en un área especial de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, para que sea admirada como símbolo de unidad entre el Estado Vaticano y Guatemala, y como muestra de la profunda piedad mariana de este pueblo.